Pedir una construcción legal del derecho de los niños extranjeros a ser criados por sus familias

[Versión francesa]

Por un sistema legal que garantice el derecho de los niños extranjeros a ser criados por sus familias. 

A la atención de juristas, magistrados, abogados, activistas de la causa de los niños y de los extranjeros, en Francia y en España.

Pese a la extrema dificultad para llegar a Europa de manera regular desde África Occidental, y pese a los miles de fallecidos y desaparecidos causados por las fronteras exteriores, los intentos por llegar de África a Europa continúan.

Dado que son muchas las familias que quedan  separadas durante años, esperando un acercamiento que nunca llega.

Dado que son muchos los menores que llegan irregularmente acompañados por un tío, una hermana u otra persona de confianza, algún tiempo después de que sus padres estén instalados ya en Europa (en Francia por ejemplo).

Dado que los menores nunca pueden ser considerados extranjeros ilegales, sino únicamente menores, independientemente de cómo hayan entrado en Europa.

Dada la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño[1].

Dada la aparición de nuevos modelos de familia en Europa: familias extendidas, familia no biológica, multiparentalidad…

Así, en abril de 2021, unos padres que llevaban tres años viviendo en Francia esperaban con impaciencia y ansiedad a su hija de diez años que había salido del Sahara Occidental en patera. La niña había viajado con una amiga de confianza de la madre quien la cuidaba desde hacía tres años. Al llegar a Canarias, tras las pruebas de ADN, la niña es separada de su cuidadora. A los padres biológicos se les dice que la niña está viva pero que se le ha perdido la pista y que se les prohíbe saber más. El resto, cómo se encontró a la niña en un centro, se ampliará aquí. Seis meses después, la niña y su familia siguen sin reunirse. ¿Por qué[2]?

En Europa (en Francia al menos, y también en España), el derecho a la protección de los llamados menores extranjeros no acompañados supone, para los niños y niñas migrantes que llegan solos, una larga lucha llena de obstáculos y con resultado, en muchas ocasiones, muy deficiente. De entrada se sospecha de su aislamiento y de su edad. Se sospecha que puedan tener familia, se sospecha que son mayores. Y el resultado es que en muchos casos su solicitud de protección es rechazada y quedan totalmente desamparados en un limbo legal.

Cuando los niños llegan a España acompañados de una persona adulta de su confianza, o cuando manifiestan que tienen familia (biológica) en Europa, se hace todo lo contrario a lo que el niño necesita. Las Autoridades sospechan sistemáticamente de la persona adulta que le acompaña, incluso aunque sea familia directa. A falta de pruebas documentales, se le considera no familiar y se les separa.  De esta manera, tras un corto periodo de tiempo en acogida de urgencia, las criaturas pasan a estar bajo la tutela del gobierno autonómico (en este caso, el canario). La paradoja es grande. Podríamos alegrarnos de que los niños estén protegidos, pero descubrimos que incluso cuando la familia deja de ser sospechosa, la reagrupación entre el país Schengen (donde residen las familias) y el país fronterizo (donde están los menores) no se produce.

Todo influye y todo es determinante en esa decisión, todo excepto la ley. Influyen los dudosos métodos de evaluación. Influyen apreciaciones personales o protocolos vagos e imprecisos. La arbitrariedad de los criterios. Las solicitudes informales que cambian en cada caso concreto: antecedentes penales, documentos de identidad certificados por la embajada española en Francia, contrato de trabajo, protocolos imposibles de respetar en Francia, etc, etc. Tomemos el ejemplo del informe social: « envíenos un informe social », le dicen, por teléfono, a este padre, residente legal en Francia, que está a punto de recoger a su hijo en Canarias. ¿Quién pide este informe? Una administración canaria. ¿Según qué norma? No hay norma. ¿Quién es competente para hacerlo en Francia? Ningún juez ni ninguna institución social puede emitir un informe de ese tipo a petición de los interesados porque esta familia reside y trabaja legalmente en  Francia y no recibe ayuda de ninguna institución.

Los padres escriben cartas personales a la Dirección General de Familia de Canarias en las que reclaman la custodia de sus hijos. Cartas que caen en saco roto sin recibir respuesta.

Ante la imposibilidad de obtener un informe de unos servicios sociales de los que la familia no es usuaria se apela a la Cruz Roja Internacional que contesta que solo trabajan en zonas de guerra. El programa de la Cruz Roja para restablecer el vínculo familiar dice que tampoco pueden hacer el informe, que acuda al Servicio Social Internacional. El Servicio Social Internacional dice que enviará un presupuesto para elaborar el informe del niño, así nos imaginamos que elabora evaluaciones sociales a la carta, de forma que se cuestiona tanto la ética como el valor de dichas evaluaciones. Lo comunicamos a la Cruz Roja que nos informa que dejará de utilizar el Servicio Social Internacional porque sus métodos son cuestionables.

Otro caso. Cuando el padre solicita asilo en Francia, por ejemplo, pensamos que el reglamento de Dublín conseguirá, por una vez, acelerar la reagrupación familiar. Pero los trabajadores de la institución que tiene la tutela del niño en España se niegan a solicitar asilo en su nombre o emprender ningún trámite de este tipo.

A veces hay una sorpresa. Siempre sin que la ley se involucre. Solamente en base a una convicción íntima, un acuerdo alcanzado entre la Dirección General de la Infancia y el director del centro en el que está protegido el niño, y ya está solucionado, un niño confiado al cuidado de un padre en Francia, sin ninguna otra forma de juicio, o eso parece.

No podemos seguir soportando esta violencia contra las familias y los niños, cuyo trauma se ve agravado por la desaparición de sus familiares y seres queridos y la ruptura de sus vínculos.

Deben imponerse normas legales claras.

Hay que tomar decisiones jurídicas para restablecer la jerarquía de las normas jurídicas que deben prevalecer.

Que Francia y España, firmantes de la Convención Internacional de los Derechos de la Infancia, tomen las medidas necesarias para que se respeten los derechos de las y los menores.

A ustedes, abogados, magistrados, activistas de la causa de los niños y de los extranjeros, les pedimos que desarrollen argumentos y métodos operativos para poner fin a las prácticas que van en detrimento de los intereses de los niños.

— JALE (J’accueille l’étranger)

[1] http://www.droitsenfant.fr/cide.htm (voir les articles 7, 8, 9)

[2] https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/la-lista-de-cosnay/ar-BB1gkN6F 

Appel à une construction juridique des droits des enfants étrangers à être élevés par leur famille

(Leer en castellano)

Appel à une construction juridique des droits des enfants étrangers à être élevés par leur famille. 

À l’attention des juristes, magistrats, avocats, militants de la cause des enfants et des étrangers, en France et en Espagne.

Soit l’impossible Europe et les visas impossibles quand on est originaire d’Afrique de l’Ouest (par exemple).

Soient les départs malgré tout, et les milliers de disparus et de morts aux frontières externes.

Soit les familles séparées, plusieurs années, en attente d’un rapprochement qui n’arrive jamais.

Soit le départ en patera [1] des enfants, accompagnés d’un oncle, d’une soeur, quelque temps après leurs parents installés en France (par exemple).

Soit un enfant qui n’est jamais un étranger, mais un enfant, quelle que soit la façon dont il est entré en Europe.

Soit la convention internationale des droits de l’enfant, et certains de ses articles [2].

Soit, aussi, quelques idées progressistes, en Europe :  familles élargies, non biologiques, modes de parentalités multiples.

Ainsi, en avril 2021, des parents installés en France depuis trois ans attendent, avec impatience et angoisse leur enfant de dix ans partie du Sahara occidental en patera. La petite fille a voyagé avec une soeur, c’est-dire l’amie de confiance de la maman, qui s’occupe d’elle depuis trois ans. Après tests ADN, l’enfant est séparée de sa maman de remplacement. Qui annonce aux parents biologiques que la petite fille est vivante, qu’elle a perdu sa trace, qu’on lui interdit d’en savoir plus. La suite, comment on a retrouvé l’enfant dans un centre, à prolonger ici [3].

Six mois après, la petite fille et sa famille ne sont toujours pas réunies. Pourquoi ?

En Europe (en France, en tout cas et en Espagne aussi), on fait des histoires avant de protéger ceux qu’on s’est mis à appeler les mineurs étrangers isolés.On leur conteste leur isolement et leur âge. On leur soupçonne des familles, on leur soupçonne des années de plus.

Quand les enfants arrivent en Espagne accompagnés (parentalité large), ou qu’on leur sait de la famille (biologique) en Europe, on fait le contraire. On soupçonne d’abord cette famille de ne pas l’être. On met immédiatement l’enfant sous tutelle du gouvernement autonome (canarien, en l’occurrence). Le paradoxe est grand. Si on peut se réjouir que les enfants soient protégés, on découvre qu’alors qu’on ne soupçonne plus la famille de ne pas l’être, la réunification familiale, entre pays Schengen et frontaliers, ne se fait pourtant pas.

Tout s’en mêle, sauf le droit. L’appréciation floue. L’arbitraire. Les demandes informelles : casier judiciaire, pièces d’identité certifiées conformes à l’ambassade d’Espagne en France, contrat de travail. Protocoles impossibles à respecter en France. Prenons l’exemple du rapport social : « faites-nous parvenir un rapport social », dit-on, par téléphone, à ce père, régulier sur le sol français, qui s’apprête à aller chercher son enfant aux Canaries. Qui demande ce rapport ? Une administration canarienne. Selon quelle norme ? Aucune. Qui est compétent pour le faire en France ? Aucun juge n’a été saisi – et aucune institution sociale ne se saisit à la demande des intéressés.

Les parents écrivent, à titre personnel, à la direction générale de la famille aux Canaries, des lettres dans lesquelles ils revendiquent la garde de leurs enfants. Lettres mortes.

La Croix-Rouge internationale dit : non, nous n’intervenons que dans les zones de guerre. Le programme Croix-Rouge Rétablissement des Liens familiaux dit : nous n’y arrivons pas, allez voir le Service Social International. Le Service Social International dit qu’il va envoyer un devis par enfant, on imagine qu’il produit des évaluations sociales à la demande, d’une manière qui interroge et l’éthique et la valeur de telles évaluations, la Croix-Rouge prévenue dit : nous ne ferons plus appel au Service Social international, leurs méthodes ont de quoi interroger.

Quand le parent est en demande d’asile en France, par exemple, on se dit que le règlement Dublin parviendra, pour une fois positif, à accélérer la réunification familiale. Mais les personnes référentes de l’enfant en Espagne refusent de demander pour lui l’asile.

Parfois, une surprise. Toujours sans que le droit s’en mêle. Une conviction intime, un accord arraché entre la direction générale de l’enfance et le chef du centre où l’enfant est protégé, et voilà telle enfant confiée à la garde d’un père en France, sans autre forme de procès, du moins il semble.

Nous ne pouvons plus supporter cette violence faite aux familles, aux enfants dont nous voyons au fur et à mesure s’aggraver les traumatismes liés à la disparition de leur famille, de leurs proches, aux ruptures de leurs attachements.

Il faut que des normes juridiques claires s’imposent.

Que des décisions de justice soient rendues afin que soit rétablie la hiérarchie entre les normes du droit qui devrait prévaloir.

Que la France et l’Espagne, signataires de la convention internationale du droit de l’enfance, acceptent de travailler ensemble, faisant de l’Europe, sur ce thème, quelque chose d’un peu moins impossible qu’on ne le croit.

A vous, juristes, magistrats, militants de la cause des enfants et des étrangers, nous vous appelons à construire les arguments et les modes opératoires pour mettre fin à des pratiques préjudiciables à l’intérêt de l’enfant.

— JALE (J’accueille l’étranger)

[1] en bateau, de manière clandestine.

[2] http://www.droitsenfant.fr/cide.htm (voir les articles 7, 8, 9)

[3] https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/la-lista-de-cosnay/ar-BB1gkN6F

 

Disparition de Philippe Aigrain, initiateur de « J’accueille l’étranger »

Suite au tragique décès de Philippe Aigrain, survenu brutalement le 11 juillet 2021, voici quelques réactions glanées dans la presse et sur le Net. Nous nous y associons de toute notre peine et de notre reconnaissance et vous incitons à lire les textes qu’il avait rédigés sur notre site. L’esprit de « J’accueille l’étranger » lui survit.

 

Photo : Jérémie Zimmermann

« Présenté comme un spécialiste de la propriété intellectuelle, Philippe Aigrain était aussi bien poète que romancier, chercheur et épris de liberté. [Il] s’était engagé en cofondant La Quadrature du net, organisation de défense des libertés des internautes, mais avait également pris la direction de Publie.net, la maison d’édition numérique fondée par François Bon. » […]

« Pionnier de la lutte pour les libertés numériques, cofondateur de La Quadrature du Net, penseur et écrivain respecté, Philippe Aigrain a été l’un des principaux promoteurs [en France] de la notion de « biens communs« . » […]

– […] « Inlassable défenseur des libertés, Philippe a très tôt compris le risque que le numérique faisait peser sur les libertés individuelles. En créant en 2008 La Quadrature du Net avec Benjamin Sonntag et Jérémie Zimmermann, il a lancé un grand mouvement d’opinion et de plaidoyer. Les évolutions ultérieures de la technopolice partout dans le monde ont validé très largement son intuition. Les techniques de traçage et leur usage tant par les entreprises privées du numérique que par les États et les autres collectivités se renforcent chaque jour. Et c’est bien par une action juridique et politique déterminée que l’on pourra éviter la mise en place d’un nouveau régime de gouvernement appuyé sur une connaissance des activités et des affects de chaque individu. » […]

– « Chaque jour cent fleurs », par Marie Cosnay :

« […] la machine à maltraiter, comme l’écrivait Philippe dans un de ses billets de blog sur Mediapart, nous n’avons pas su l’enrayer à temps. C’est ce que nous pensions, ces derniers mois. Sans que le découragement nous empêche de faire, de faire autrement, là où nous étions, auprès des jeunes gens que nous connaissions, suivant leurs parcours, nous réjouissant de leurs succès. […] Dans ce billet de blog que je cite, à plusieurs titres Philippe est visionnaire. […]

« … nous avons participé à un moment d’hommage au jardin du Luxembourg qui a eu lieu en même temps (voyez la photo en tête de cet article et celle du dessous). Partant de la place Saint-Sulpice, nous avons suivi le même parcours que celui rituellement effectué par publie.net lors du Marché de la poésie. »

« Informaticien et grand humaniste, militant infatigable, chercheur et intellectuel qui aidait à y voir clair dans ces temps troublés, Philippe a fait partie en 2008 des cofondateurs historiques de La Quadrature du Net. Il fut président de l’association de 2013 à 2017. Tout jeune, il avait été actif lors du soulèvement de mai 1968. Il fut ensuite un compagnon de route des radios libres dans les années 1970, avant d’explorer les potentialités démocratiques d’Internet et de devenir un ardent défenseur des logiciels libres et des biens communs. Ces dernières années, il travaillait à l’accueil solidaire des exilés et dirigeait la maison d’édition publie.net, tout en faisant paraître ses poèmes et, plus récemment, son premier roman, intitulé Sœur(s). » […]

  • Le Monde (blog) :

    « Difficile d’imaginer le paysage numérique français sans Philippe. Il manquera dans les combats futurs pour les libertés et pour le partage, mais nombreux sont ceux qu’il a influencés et à travers lesquels il se battra encore longtemps. » […]

« […] il a découvert très tôt l’enjeu des communs, notamment des communs numériques et de la connaissance. Avec son ouvrage Cause commune – L’information entre bien commun et propriété (Fayard, 2005), il fut le premier à réintroduire en France la notion de communs en relation avec le nouveau statut de la connaissance à l’ère des réseaux numériques. Un projet sans cesse à remettre sur le chantier, comme par exemple aujourd’hui autour de la question des brevets sur les vaccins contre le Covid-19. » […]

« Pour celles et ceux qui l’ont croisé ou côtoyé, il fut un regard pétillant, une générosité palpable, une curiosité jamais démentie. Pour celles et ceux qui se sont plongés ces quinze ou vingt dernières années dans l’analyse des mutations sociales et culturelles provoquées par l’avènement d’Internet – et c’étaient en bonne partie les mêmes –, il incarnait une réflexion féconde, que pourraient résumer les titres de deux de ses ouvrages : Cause commune et Sharing (« partage »). Infatigable militant du partage de la culture, penseur des « biens communs » numériques, cofondateur de l’association de défense des libertés La Quadrature du Net, Philippe Aigrain, 71 ans, est décédé dimanche. » […]

« Docteur en informatique, Philippe Aigrain a notamment participé dès les années 1970 à la revue « Interférences« , qui a accompagné le mouvement des radios libres. Vingt ans plus tard, il a travaillé de 1996 à 2003 avec la Commission européenne et y a développé des politiques de soutien aux logiciels libres. […] Philippe Aigrain était aussi un fervent défenseur de la cause des migrants. Il a été l’un des initiateurs de la campagne « J’accueille l’étranger« , qui propose de rendre visible la cause des exilés par le port d’un badge. » […]

Conception : Louise Moulin

« Il avait notamment proposé la contribution créative à l’époque des débats Hadopi. Une solution qui, dans sa rédaction mise sur la table, aurait permis « d’expérimenter les bénéfices de la libération des échanges en termes de diversité culturelle et de rémunération de la création et des acteurs à valeur ajoutée qui y contribuent. » […]

  • Publie.net (maison d’édition qu’il dirigeait depuis 2016)

« Nous avons eu l’immense tristesse d’apprendre le décès dimanche 11 juillet de Philippe Aigrain en montagne. Penseur des communs, chercheur, poète et romancier, co-fondateur notamment de la Quadrature du net, militant incontournable des enjeux du net et du numérique libre, investi dans bon nombre de combats toujours tournés vers l’humain, il dirigeait avec passion et générosité la maison d’édition depuis 2016, à laquelle il consacra une énergie débordante. » […]

« Philippe Aigrain a agi dans de nombreux domaines, tant numériques et politiques que littéraires ou encore associatifs. Il indiquait sur son blog : « Je suis actif dans diverses initiatives politiques, associatives ou scientifiques. Impliqué dans la solidarité avec les exilés, je suis l’un des initiateurs de J’accueille l’étranger qui vise à rendre l’accueil et le soutien à son principe plus visible. J’ai été l’un fondateurs et je suis toujours actif dans La Quadrature du Net association qui […] promeut des propositions assurant la synergie entre les libertés d’échange sur internet et le financement de la création. Je fais partie des fondateurs d’Interdemos, un collectif qui promeut la solidarité entre citoyens des divers pays européens et œuvre à la création progressive d’un demos européen. J’ai été du 11 juin 2014 au 20 octobre 2015 membre de la Commission parlementaire de réflexion et de propositions sur le droit et les libertés à l’âge numérique. » » […]

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On trouvera certains des textes de Philippe sur Remue.net et quelques-unes de ses interventions radio sur France Culture. À propos des communs, voir notamment Vacarme.